Proyecto solidario contra la pobreza infantil

Sudáfrica /

CRUZAR LA LINEA

CRUZAR LA LINEA

Los días pasan rápidamente aquí en Knysna, las sensaciones pasan a ser recuerdos demasiado deprisa.

Visitas al orfanato Dorothy Broster, me vuelven la sonrisa y a la misma velocidad me encuentro abrazado a una vida convencional… El trabajo. Aunque solo sera por unos meses, hace días que estoy trabajando, ayudando a preparar eventos deportivos con Magnetic South, la empresa de mis amigos. Trabajar me devuelve esa sensación que te reduce a ser el esclavo de tus propias decisiones, esas mismas que un día decidí dejar de tomar, y a la vez tener el valor de cruzar la linea, esa que demasiado a menudo ponemos delante nuestro, y que separan nuestro mundo con la realidad de nuestros sentimientos.

Demasiado a menudo, nos preguntamos el por qué de demasiadas cosas, creo que lo hacemos para simplemente olvidar a aceptar lo que pasa alrededor nuestro, inútiles guerras, pobreza… Aunque a la vez todo queda en el olvido para aquellos que creen tener lo que necesitan, o necesitamos.

¿Pero qué es lo que realmente necesitamos?

Yo personalmente necesito sentir, necesito aprender a cruzar esas lineas sin tener miedo a perder, y no creo que yo sea el mas indicado para decir lo que otros necesitan, pero debo aceptar que me encantaría que mis palabras alguna vez rompieran moldes, que hicieran pensar, reaccionar o simplemente creer.

Hace tres años que salí de casa, lo hacia feliz pero con una sensación de duda, y un miedo horrible. Tenía que cruzar una linea que yo mismo me había puesto a lo largo de mi vida, necesitaba un empujoncito, y allí estaba, la sensación de libertad, de no saber lo que vendría después, todo esto me revolvía el estomago porque sabia que estaba en lo cierto, y lo cierto era no saber nada, era solo haber tenido el valor de cruzar una linea.

gambada

El placer de estar allí

Hoy me siento orgullosamente feliz de poder hablar de ello, estar donde estoy y hacer lo que hago, estoy enormemente feliz de vivir como lo siento, aunque a menudo siento la añoranza de aquellos a los que quiero.

En todo este tiempo, ya no puedo contar las maravillosas experiencias que se han cruzado en mi camino, mentiría si dijera que no ha habido de malas, también muchas, pero que lo único verdadero hoy en todo esto es que he descubierto el valor de querer, y ser querido, y me doy cuenta que todo lo que mi vida representa tiene relación directa con los sentimientos.

¿Habéis intentado alguna vez cruzar esa linea imaginaria de la duda sin dudar?

Pues esta es mi vida, así es Gambada, así es Nando y os pido perdón si esta crónica parece triste, no lo es en absoluto, solo un poco de añoranza. Es como me siento, y en mi vida ya no hay lugar para la duda, aunque vivo en la paradoja de que hoy quiero cruzar otra linea maravillosa y agarrarme a aquello que se que es lo que mas deseo, pero al otro lado el miedo y la duda dibujan otros caminos.

Gracia a todos de nuevo por seguir aquí. Gracias por dejarme ser lo que quiero ser, gracias por quererme, ahora solo me gustaría que algún día fuerais capaces de aceptar vuestros sentimientos sin miedo a fracasar, sin miedo a cruzar esa linea que demasiado a menudo dibujamos erróneamente en la corta distancia de nuestras vidas.

El sol brilla aquí en Knysna, el frío viento acaricia mi piel, solo un deseo cruzar la linea que abraza la esperanza.

SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.

LOS QUE PREFIEREN LA SENSATEZ Y HUYEN DE LA LOCURA, NO SON CAPACES DE SENTIR EL AMOR VERDADERO.

Comparte Gambada: Whatsapp