Proyecto solidario contra la pobreza infantil

Benin /

ZANGBETO

Seguro que alguna vez habréis oído hablar del voodoo, o de las Amazonas las mujeres guerreras, o del tráfico de esclavos a través del Océano Atlántico?, si no es así en Benin podréis encontrar muchas de estas respuestas, el 20% de la población es cristiana, un 15%, es devota a Allá y casi toda la mayoría busca protección o favores al famoso voodoo.

En la mayoría de pueblos una feísima escultura de voodoo, (el Zangbeto), protege el pueblo, en la época seca, miles de creyentes oran al unísono, codo con codo para mejores cosechas, más lluvia y como no alguna vez para hacer alguna cosita mala contra aquellos a los que no quieren mucho.

Todo esto y mucho más lo puedes encontrar en Benin, un país a mi modo de ver, aunque corrupto  como la mayoría es un país tranquilo, muy tranquilo me atrevo a decir, y todo esto lo puedes ver en la cara de los Benineses, que parece nunca cambiar, siempre con una gran sonrisa, y esto hace que uno se sienta bien.

En estos momentos estoy en Cotonou, la ciudad Beninesa donde se cuecen todas las habas, los negocios, el arte, la corrupción, etc. etc. , allí también encuentras la mayoría de embajadas, en ellas pierdo mi tiempo a la espera de visados, pero no todo es lo bueno que yo desearía, os acordáis de mi accidente en Nigeria? ese país al que nunca más volveré?,pues bien el resultado de todos los morados y chichones, junto con las piezas rotas en Halima, me parecen lejísimos frente a la gran frustración y tristeza moral que hoy estoy viviendo.

Mi escafoides finalmente esta hecho pedazos, y después de muchas demasiadas visitas al hospital, radiografías y esperanzas perdidas, un yeso que me impide hacer nada, adorna mi brazo, cuando digo nada quiero decir, escribir, rascarme la nariz, saludar o incluso me atrevo a decir limpiarme mis posaderas , y desgraciadamente será así durante tres meses, así es queridos, cuando salí del hospital decepcionado, y con mi mundo hecho pedazos me sentí como el titulo de un libro escrito por un querido amigo y que es, Como me convertí en un muerto

EL INFIERNO ES ESPERAR SIN ESPERANZA.

Y aquí estoy en Cotonou, una ciudad llena de humo y contaminación, estoy acogido amablemente en casa de Sophie y Marious, una francesa y un Benines, que hacen de su vida arte, y a la vez intentan con su ayuda que la mía tenga más sentido, los días me parecen eternos, pienso, pienso y vuelvo a pensar, pero este feo yeso y mi incapacidad continúan ahí, y seguirán ahí durante tres meses, joder!!!!

Hoy me siento feliz pero inútil, escribo gracias a la ayuda de alguien y siento una gran impotencia, pero miro a mi alrededor y veo las calles llenas, gritos, humo felicidad, tristeza, pero en definitiva vida, y yo soy uno más, y aunque el recuerdo me haga bien o mal, se que tengo que olvidar y aunque este atrapado ahí, se que puedo llegar hasta mis estrellas.

Mis días entre hospitales, silencios y impotencia acaban con la rutina de hacer balance, de buscar una solución, ya que no me puedo quedar aquí durante tres meses, tampoco puedo estar a vuestro lado con mis crónicas, en fin, me tomaré mi tiempo para pensar, pero mientras os puedo avanzar que en Gambada se preparan cambios, aires nuevos que me hacen enormemente feliz, pero no hay nada seguro todavía, pero de cara al febrero próximo cuando ya no me sienta como un muerto os contaré más.

Mientras, a todos aquellos que hacéis que Gambada sea lo que es, os pido que excuséis mí incapacidad por un tiempo, pero intentaré estar ahí tanto como pueda, y puede que gracias a la ayuda de un tercer brazo que alguien me conceda amablemente me será más fácil, mientras dejare que mi cuerpo descanse, que engorde, y que siga el ritmo que el desee, pero os prometo que yo comenzare una batalla en mi cabeza para encontrar nuevos caminos, nuevas ideas, nuevas esperanzas, y continuaré siendo Nando, lejos de ser el mejor, lejos de ser un aventurero, lejos de saberme vender, solo yo Nando, con ganas de ayudar, con la mano rota o no.

Cuando las sombras del atardecer lleguen, yo estaré allí para coger el mundo como si fuera un juguete, Gambada no podrá pedalear durante unos meses, pero nunca dejará de hablar tan alto y fuerte como lo hace mi corazón.

Espero que el Zangbeto, esa feísima escultura protectora de voodoo, también proteja mis sueños.

SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.

Comparte Gambada: Whatsapp