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Y LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON

Y LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON

Los últimos meses en Knysna algunas realidades en forma de sentimientos golpeaban fuertemente mis días, haciendo de mi rutina diaria una difícil lucha interior, lucha contra la tristeza, la soledad y todas esas cosas que nos devuelven la certidumbre de aceptar que a veces somos tan vulnerables, tanto como ese papel que se resiste a volar contra la natural fuerza del viento.

En todos estos meses me he dado cuenta que a veces realmente vivo pero que otras veces la vida se me escapa dejándome solo con esta triste soledad.

Y entre imborrables momentos, que siempre guardaré en mi pequeño corazón, trato de encontrar una buena razón para justificar mi presencia aquí.

Entre todas estas luchas internas, ha habido un tiempo de paz, paz mientras salia a pedalear con la linda Jessica, intentando hacer que su sueño cada día se acercase con más realidad y así, compartiendo con ella mis mejores y peores momentos, viéndola con su perdida mirada hacia su sueño.

Esta vez, su sueño también era el mío, y el tiempo se nos escapaba sin tener mucho tiempo para entrenar para una larga experiencia, que nos tendría muchísimas horas en la bicicleta, este sueño muchas veces me ha apartado de mi mundo, de esa triste nostalgia de añorar lo que nunca sucedió, pero este sueño a la vez me ha acercado a este maravilloso personajito que es Jess, que ha sido desde ese momento mi mejor compañía, todo estaba aún por llegar.

Mi tristeza y mi angustia, ya formaban parte de todas mis horas, de todos mis pensamientos, me sentía como aquel que ha perdido el último tren del amor!.

Así es mi realidad, Gambada sobre el papel parece que no avance, pero no es verdad, muchos km compartidos con una bicicleta de montaña prestada, recorriendo bellos paisajes e intentando asegurar que mis piernas aguantaran la dura tarea de llevar hasta el otro lado de la línia final a Jess, en el otro lado le espera un sueño.

Y LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON.

Este día llegó, y lo hizo en las peores condiciones que deseaba, la fiebre me consumía desde hacía unos días, el frio, la lluvia, el desencanto, la tristeza y la ansiedad no me ayudaban nada, no conseguía encontrar la música del alma que a veces nos hace bailar de alegría.

Jess, mañana lo conseguiremos, abrazado a ella le decía, se lo decía entre fiebres e inseguridades, y esa noche con su linda y perdida mirada me confiaba que tenía miedo, era como si nuestro diablo estuviera parado en la esquina, pero un sueño puede con todo!, hablamos toda la noche, de nuestras penas y alegrías, nos reímos de nuestras gracias y así, sin darnos cuenta, no conseguíamos dormir ni un solo minuto, encontrándonos al día siguiente envueltos entre una multitud de ciclistas listos para una gran aventura, la carrera mas larga del mundo en un día, entre ellos dos personajitos para un sueño, el de Jessica simplemente acabar, para mi, conseguir que ella acabe.

Y entre melancolía y dudas, nuestras ruedas empezaban a acariciar estos preciosos caminos entre lindos paisajes, pero muy pronto un fuerte viento de cara venía a visitarnos, se quedó con nosotros durante mas de 150km, pero nada puede parar un sueno, ¿verdad?. Y compartiendo dolores, risas y emociones, Jess se convertía en un maravilloso angelito para mi, he pasado maravillosas horas con ella encima de la bicicleta, escalando o intentando sorprenderla con mi desastrosa técnica con el caiac, pero a la vez también compartiendo la dureza de la realidad que nos sucede a nuestro alrededor, ella siempre está a punto para escuchar, para aprender, siempre está a punto para una bella sonrisa cuando la necesito.

La luna llena, con eclipse incluido nos acompañaba en los mas difíciles momentos de la carrera, el ruido de nuestras ruedas y muchas veces la difícil respiración de nuestros cuerpos parecía demasiado alto, pero la paz en una sonrisa o una simple mirada nos daban alas para este sueño, podría hablar horas y horas sobre estos momentos, olvidando la tristeza que me acompaña, olvidando puede incluso la realidad, pero no lo olvido, no olvido el horror de millones de mujeres mutiladas en África o como Andreu, mi queridísimo amigo me decía, desde Colombia, la tristeza de los recursos estructurales que la sociedad nos implanta para poder vivir al margen de los problemas y de las injustas realidades.

No olvido a Gemma, Jordi y Mercè, a Pere Carrera, que siempre me ayudan a ayudar, no olvido y aunque no es mi mejor momento, esta crónica para mi es un sueño y este sueño es el de Jess.

Y después de más de 17 horas encima de la bicicleta y una cómica caída que nos hizo descubrir la linea de llegada, nos brindaba un momento de aquellos en los que no hay palabras para definirlo, cruzar una linea y un abrazo, mi emoción era su emoción… ¿Toda una pregunta cabe un sueño en un abrazo?. Yo os puedo asegurar que si.

Mis palabras fueron «estoy orgulloso de ti Jess«, mientras su mirada continuaba perdida, me hizo enormemente feliz, y aquella noche me di cuenta del valor de los seres queridos. Jess ha conseguido acercarme en silencio hacia su mundo, ha compartido un sueño conmigo, aún es muy joven, tiene mucho potencial y ya tiene un admirador que la quiere mucho, ese soy yo.

Cuando llegamos a la pensión, me di cuenta de la influencia de Jess en mi vida, y por eso se merece todo mi respeto, mi compañía, mi amor o todo lo que pueda necesitar de mi.

Así es como me sentí abrazado a ella, esa noche volvimos a soñar, volvimos a reír, pero también volvimos a sufrir la dureza de la realidad que nos envuelve, aunque esto siempre quedara en nuestros pequeños corazones.

Y LOS SUEÑOS SUEÑOS SON, atrévete dijo el cobarde…

No se si te lo dije Jess, pero muchas gracias por estar a mi lado, cuando marchaste cerré la puerta, y una triste soledad venia a visitarme.

SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.

>QUE RARO Y BONITO ES ESE FLASH, QUE NOS HACE DESCUBRIR QUE HEMOS HECHO UN AMIGO

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