Proyecto solidario contra la pobreza infantil

Perú /

ESTO NO ES JAUJA

ESTO NO ES “JAUJA”

Aunque no lo parezca salí de Huaraz, lo hice con ese dolor en el pecho que representa dejar a los que te han cuidado, a aquellos que has podido ayudar un poquito, pero sobre todo aquellos que te quieren simplemente como eres, y aunque se preocupen siempre por ti, aunque les sepa mal verte partir, siempre te desean lo mejor, digno de admirar!

También mi querida Ada tuvo la amabilidad de acompañarme durante algunos kilómetros, lo cual le agradezco mucho, ya que mis piernas, mis pulmones, mi mente, en fin, todo yo, no lo teníamos del todo claro, aún así a cada golpe de pedal me acordaba de esta frase, “La vida no se mide por los descansos que tomamos, sino por los momentos que te roban el aliento “bien verdad! aunque ahora necesite más que nunca de mi aliento.

Miradas fijas en el asfalto, silencios y dudas a cada pequeño repecho, pero también me sentía feliz, satisfecho de poder sentir de nuevo el aire fresco en mi cara, sinónimo de libertad. Aún así sabia que lo que me esperaba no tenía nada que ver con lo que estaba viviendo.

Allá arriba, me esperaban collados a casi 5.000 ms de altura, el tiempo aún no es estable, y solo de pensarlo pierdo mi último aliento.

GAMBADA

MI ULTIMO ALIENTO / MY LAST BREATH.

Dejé la carretera asfaltada, y con toda convicción, creo! Me dirigí a atravesar la cordillera, el camino iba subiendo, la respiración cada vez más desproporcionada, las piernas como un plomo y arrastrar Halima ya no era “Jauja”.

Llegué por fin a la entrada del parque Huescarán,5 soles que me niego a pagar, descanso un poquito, y mientras pregunto por lo que viene, y claro! Me bombardean con respuestas que no quiero oír, me siento un idiota, porque ya me ha pasado tantas veces algo así, pero yo sigo cayendo en mis propios errores, en fin, me tendré que reír de mi mismo.

De golpe, el camino se convierte en casi una “pared”, para mi claro! Una gran serie de curvas que escalan vertiginosamente el relieve de la montaña, me obligan a poner pie a tierra, será el principio de algo que parecerá no tener fin, empujo y empujo, tengo la sensación de que ya no puedo más, miro al cielo como pidiendo ayuda, pero lo único que puedo ver es un cielo tan gris y cabreado, que me hundo aún más en mi propio dolor. Ya llevo más de 8 horas , muchas de ellas empujando y el resto gastando mi energía en pensar cómo salir de ahí.

Pero, los senderos se llenaban de oscuridad, me estaba dando cuenta que la belleza de mi vida también me decía cuan difícil era para mí continuar, todavía demasiado duro para este corazón lastimado, roto por los recuerdos, y físicamente demasiado flojo,calmate Nando, ya sabes que esto es así después de tanto tiempo jodido.

De golpe, la nieve hace acto de presencia en esta gris obra de teatro, solo su presencia me congela el cuerpo, miro el camino allá arriba largo y infinito, mis fuerzas desaparecen y decido acampar… tiempo para montar la tienda, meterme en el saco de dormir, y allá afuera todo se vestía de blanco, me acordé de una hermosa flor y abatido las lagrimas se apoderaban de mí, aún así aceptaré este reto, me caeré y me tendré que levantar, me reiré y lloraré, ganare o perderé, pero esto no debe de tener fin…

GAMBADA

SIN FÍN / NO ENDING.

La tarde noche duró toda una eternidad a pasar, y con otro gran esfuerzo, eso sí, dudándolo mucho por fin llegué a ese collado que horas antes estaba seguro en mi mente de que no existía, al llegar allí, una gran sorpresa me esperaba, a lo lejos se divisaba una carretera asfaltada que bajaba hasta lo más profundo de las entrañas de la tierra, hacia frio, llovía… pero ya no lo sentía, porque mi mente ya estaba pensando en una cama y agua caliente, una vez llegado allí casi lo había olvidado todo, pero eso sí, soñé con nieve, glaciares, caminos y maravillosas montañas que tantas veces nos ofrecen su lado más bello, pero que otras simplemente nos ponen a prueba, al intentar cerrar los ojos resonaba en mi cabezota, la palabra “Jauja “palabra que define un lugar o una situación favorable, ideal o paradisíaca, esta vez para mí, esto no fue “ Jauja”.

Al despertar, un poco renovado y con el sol por tejado, conocí una pareja de jóvenes franceses a los que llamo amablemente “Amelie y Tintín”, ellos hace unos meses que también viajan en bicicleta y también se dirigen hacia Cuzco, viajaremos unos día juntos y solo espero que entiendan que aún estoy en “rodaje”.

Subimos y bajamos, bajamos y subimos, pasamos calor y frío, compartimos noches llenas de estrellas, bellos amaneceres, y más frío, más calor y también risas.

La policía nos acoge en algunos pueblos, algunos nos protegieron en alguna zona supuestamente peligrosa por los robos, lo único que vi fueron subidas, llamas y gente amable, gracias de todos modos brigadier Mamuni, amables familias, nos brindan sus humildes hogares para poder descansar, comer y compartir sus simples vidas con ellos, nuevas y grandes experiencias.

El camino que queda hasta el Cuzco, tampoco es “Jauja”, me esperan más de 10.000 ms de desnivel positivo en unos 1.000 km, gracias a la fiable información de mi buen amigo Jorge,coño Jorge porque me la dabas? Tómatelo con calma Nando, aun no estás para tirar “cohetes”.

O sea que así, subiendo y subiendo, compartí mis horas con “Amelie y Tintín”, fue así hasta la ciudad de La Oroya, una feísima ciudad que vive del cobre, que me da mal rollo y que como no, nos recibe con frio, lluvia y radios rotos, tengo una incómoda sensación, y como los días pasados la tos continua agotándome, ellos deciden quedarse un par de días para descansar, yo decido continuar, quiero salir de allí y llegar a Huancayo para poder reparar la bicicleta, tener un lugar para descansar, actualizar mi pagina, fotos etc. etc., y como no, reflexionar sobre mis últimos días de sufrimiento, para así poder continuar soñando y recordar a los amiguetes hechos en el camino…

GAMBADA

AMIGUETES / TADPOLES

Por detrás y como un misil coreano viene pisándome los talones mi querido Salva, el mismo que por el año 2.008 estábamos en el mismo pequeño pueblecito de Malawi, y no fuimos capaces de encontrarnos, pero hoy los dos estamos seguros que esta vez no dejaremos escapar la ocasión de abrazarnos y compartir aquello que tanto amamos, simplemente nuestra vida, Salva, eso sí, frena cuando me veas.

Aquí en Huancayo, ciudad incontrastable como la llaman aquí y situada en el bello valle de Mantaro, intentaré recuperar fuerzas, ideas, ilusiones y pasión para poder seguir sintiendo lo que hay dentro de mí, y aunque lo que este por venir sea difícil y estrecho, estoy seguro que este sigue siendo el camino de la libertad. Esto no es “Jauja”.

NUNCA ME HA GUSTADO LO QUE PUEDE HACER TODO EL MUNDO.

SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.

Comparte Gambada: Whatsapp