Proyecto solidario contra la pobreza infantil

Mauritania /

TRISTEZA

A lo largo de nuestros días descubrimos diferentes experiencias que nos hacen reflexionar, nos cruzamos con gentes que nos llegan profundamente hasta el mismísimo corazón.

En una vida social rutinaria aunque menos también suele pasar, pero en una vida como la que yo he escogido esto hace que estas experiencias sean el motor que golpea dándonos las fuerzas necesaria para seguir hacia adelante en este viaje hacia la muerte, que es la vida.

Yo, a lo largo de todos estos años he aprendido a no pensar mucho en ello, ya que tampoco acostumbro a hacer balance de mis días pasados, intento lo mejor que puedo el aprender de todas las alegrías, de esas compañías, de todas las tristezas y como no del dolor.

Pero este año que ya ha pasado, mi vida ha estado dividida, lo ha estado entre mi realidad y un hermoso sueño.

LA TRISTEZA ES EL DOLOR DE HABER AMADO.

Salí ya hace mucho tiempo de Sur África, salí mirando hacia el futuro con un sueño en la mano como equipaje, aunque era un sueño que debería esperar mas de 14 largos, larguísimos meses, meses de lucha titánica para que se convirtiera en una realidad, intentando con todas las fuerzas siempre seguir vivo, cruzando estos maravillosos y difíciles caminos que hacen de África a mi modo de ver un continente maravilloso, salí con un sueño en la mano y a cambio deje orgullosamente mi corazón.

Este sueño me ha mantenido en pie contra todas las tristezas vividas, contra la ansiedad de no poder hacer aún más por este necesitado continente, aún así Gambada crecía y ofrecía esperanza, y ni el dolor ni la solitud eran motivo suficiente para mirar hacia atrás en busca de añoranzas, y viendo pasar los días este sueño me daba alas.

Los humanos nos hacemos nuestros propios caminos, nuestros propios dolores, a la vez que nos creamos nuestras responsabilidades con pasión, aceptando retos imposibles de descifrar muchas veces, pero aun así los aceptamos fielmente.

En esta verdadera África, esa de los grandes bosques, de los grandes tiranos, de los ríos que nunca acaban, esa de las soledades inviolables, todo depende del amor y la pasión que te hace creer que aun los sueños son posibles, y aquí estoy yo, hoy, 14 largos meses mas tarde, soñando con lo que nunca será, con la sonrisa fingida, y como un verano sin sol.

Viendo a esos que son capaces de enseñar su rabia cuando esta no acarrea ningún riesgo, viendo como su estupidez se convence rápido, luego los motivos vienen solos y hacen este sufrimiento lento y doloroso.

Dejé el corazón en Sur África, por un sueño con nombre y apellidos, lanzándome de nuevo y como siempre hacia lo desconocido, siempre con una sonrisa aunque a veces en este trabajo de escapar a la muerte no se puede ser complicado, se tiene que demostrar que la vida continua, esto es lo más difícil, la mentira..

Este año me ha vuelto a enseñar el dolor, la tristeza, tanto que a veces he llegado a creer que alguien me hacia brujería, pero este sueño continuaba dándome alas, hasta que uno de los pilares que sostiene mi vida comenzaba a agrietarse, la debilidad, el miedo a perder, el miedo a llegar al final de este viaje que es la muerte, otra malaria cerebral me golpeaba hasta caminos no deseados, pero esta vez la ayuda de gentes amables y la fuerza de este sueño pudieron con ella.

Unas semanas mas tarde un gran amigo, Ken, moría en Camerún de malaria cerebral, esta tristeza alargaba mi agonía y creo que me ayudo a abrir aún más las puertas del miedo, pero no por eso dejaba de creer y ser feliz.

Pero Nigeria me esperaba, para mostrarme su lado más oscuro, y me ofreció varias posibilidades de sentir en mi piel, el frío metal de un arma, en estos momentos descubrí la tristeza y la injusticia que vive este maravilloso continente, descubrí la importancia de poder volver a tocar a esos que tanto quiero, pero el miedo me hacia tan vulnerable que llegué a aceptar que todo se acababa, pero mis ojos veían este sueño con nombre, vieron a Joan Marc, que tanto significa para mi en mi vida, y de este dolor y miedo llegaba una solución, y las pistolas y esos asesinos desaparecían ante la presencia de otras gentes que se apresuraron al lugar, hoy digo uff con calma y fácilmente, pero allí en aquel momento, me cagué , me mee, y rompí a llorar.

Todo no acabo con aquello, un coche me atropellaba por puro placer, con el resultado de mi escafoides roto por tres lugares y que a la vez hicieron que mis caminos y mis decisiones tuvieran que cambiar de repente.

Tristeza de no poder compartir caminos, dolor de no poder pedalear durante ya casi mas de tres meses, pero Gambada a pie, en coche, en moto o en bus continuaba repartiendo esperanza a los mas necesitados, y todo esto como siempre gracias a todos vosotros.

Y es así como llegue aquí a Mauritania, hoy país a la moda por sus secuestros, un país donde los blancos de las embajadas y organizaciones internacionales están aparanoyados con el miedo, Mauritania es un país muy tranquilo , de gentes amables, otro país donde los poderosos como siempre, se olvidan de la miseria que les rodea, que Tristeza.

Pero esta vez para mí no hubo más dolor, porque volví a encontrarme con Youssef, Agnies, Nadia, Sarah y Alexander, la familia Khedir, ellos me hicieron de padres en Uganda, de esto hace ya más de tres años, en aquel entones dije de ellos, que tenían el corazón más grande que el inmenso lago Victoria, me equivoqué, no tengo palabras para expresar la grandeza de su gratitud hacia mi, si bastara con decir que me siento como su hijo, me harían muy feliz.

Y así entre realidades, memorables y no tan memorables recuerdos hago balance de todo un largo año hacia un sueño, ahora ya casi puedo escribir sin dolor, y asi os puedo pedir excusas por mi Web, espero que el responsable de ella encuentre rápido un buen camino, os pido mil disculpas , pero estoy en ello.

Y aquí me encuentro mirando y oliendo el desierto, dedicando con vuestro permiso esta crónica, a un sueño que tiene nombre y apellidos y que no podrá ser, intentando escapar de esta ansiedad que no me deja creer, pero que no me impide sentirme orgulloso de haber hecho y hacer lo que hago, orgulloso de sentirme amado, y de amar hasta el punto de ofrecer el corazón, porque os preguntareis?porqué los sueños con nombre dan mucha vida y ganas de luchar, y aunque este no se realizara, os puedo asegurar que viajara conmigo vaya donde vaya, hasta que un día puede que nuestros caminos se vuelvan a cruzar en este maravilloso e injusto mundo.

Mundo donde algunos moriremos en el ultimo momento creyendo y luchando por la esperanza y por los sueños, y aquellos que muchos años antes de empezar a luchar ya preparan su muerte sin tomar ningún riesgo, para mi esos son los desventurados y tristes de esta tierra.

TRISTEZAS.

SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.

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