Proyecto solidario contra la pobreza infantil

Colombia /

QUE BACANO

Bacano, es una palabra muy utilizada aquí en esto bello país de Colombia, significa que algo te gusta mucho, o que te lo has pasado muy bien.

Así mismo es como yo me siento en este maravilloso país que se hace querer, un país que a mi modo de ver te puede sorprender cada día.

He estado todas estas semanas, subiendo y bajando las altas y bellas montañas de la cordillera, rodeado de estos paisajes que te dejan sin respiración, al igual que lo hacen esas interminables y duras subidas que solo te permiten luchar contra ti mismo.

En todo este tiempo he compartido noches desbordantes de estrellas, frío, calor… pero lo que más he compartido, es esa ilusión de continuar dejando huellas que no se borren, aún así no puedo olvidar que no debo escuchar el dolor del corazón, y continuar observando esta maravillosa vida que creo que tengo y que he decidido vivir, claro! Si no lo digo yo quien me lo dirá?

GAMBADA

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He estado serpenteando por las carreteras de la cordillera, teniendo tiempo de saborear esa fría lluvia mezclada con mis saladas y interminables gotas de sudor, en cada respiro, en cada parada, cada vez más frecuentes por la dureza del relieve, intento gozar de este “ bacano” paisaje, y sentir al mismo tiempo la ilusión de llegar a algún lugar para poder ayudar.

Esta ilusión estaba centrada en algún lugar de Bogotá, para ello la maravillosa familia Zapata que me hospedó como un hijo más, también me ayudó con algún contacto, pero no funcionó, no conseguí nada, solo esa extraña sensación de que se te están quitando de encima, que duro es ver que hay mucha gente que les da igual el dolor de los otros. En estos momentos uno cambia su manera de ver o sentir los países, aún así se que no tengo razón y que aún queda afortunadamente mucha gente que desea un mundo mejor, aunque sinceramente creo que nos estamos volviendo menos solidarios y más egoístas.

Pero luego me viene a la cabeza aquel bello proverbio africano “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas, pueden cambiar el mundo “será que puede ser?

Bacano, es verdad! Este país es muy Bacano, pero también me dejará grandes momentos de decepción, busqué voces entre las multitudes, y solo escuché demasiadas excusas, y al intentar comprender el porqué, todo se desvanece en mis sueños, primero todo parece muy real y después nada…

GAMBADA

Y DESPUÉS NADA / AND THEN NOTHING

En fin, qué más da, cada uno es libre de renunciar a lo que quiera, aunque al final todos continuemos siendo esclavos de aquello que deseamos.

Dejé la gran ciudad, este monstruo de cemento con bellos barrios donde uno aún se puede perder y revivir aquellos tiempos donde en las ciudades aún se podía vivir y a la vez gozar de esta vida tan corta que nos toca vivir.

Me dirigí de nuevo hacia las montañas, esta vez para descolgarme vertiginosamente hasta el calor de la provincia del Huila, he dicho calor? Perdón, más que esto, muchísimo calor, caminé por el desierto de Tatacoa, gozando de sus colores, de sus formas y de la maravillosa amistad de esas gentes que dejan para siempre sus huellas en mi camino.

Y así llegué hasta aquí, Pitalito un pueblo que sucumbe con las fiestas de San Juan y San Pedro, la mejor de las excusas para beber, beber y beber, parece que es igual por todo el Huila, y la respuesta es, olvídate de ayudar Nando, estamos en fiestas.

Y con decepción empiezo los pocos días que me faltan para salir de este maravilloso país, ya solo me queda adentrarme en las selvas del alto Putumayo, y del valle del Sibundoy, ese lugar tan conocido como el trampolín de la muerte, se ve que las caídas son eternamente profundas, pero que si superas este tramo de más de 70 km de tierra y piedras, llegas hasta la maravillosa laguna de La Cocha, ese mágico lugar donde los indígenas le rendían culto y se nutrían de su energia,como también de bellas leyendas que se cuentan sobre ese lugar.

Y de esa misma energía es de la que yo me nutro, recordando todos esos bellos momentos de gran gratitud, esa de todas esas familias que me han hospedado, dado de comer… y que me atrevería a decir que casi en todas las provincias que he pasado ha sido así, y con todos ellos he compartido mis alegrías mis inquietudes, mis decepciones… y con todos ellos he aprendido un poquito más sobre este país.

Y es así que escribiendo todo esto que no es más que un poco de mí día a día, me viene a la cabeza esta palabra, Bacano. Que Bacano que es este país, aunque con una bici de 80 kilos es bastante duro, pero, para esto tenemos esta vida no? Pues a sufrir que también es gozar…

GAMBADA

SUFRIR TAMBIÉN ES GOZAR / SUFFERING IT´S A PLEASURE TOO

Continuaré poniéndome retos para poder superarlos, en las adversidades intentaré hacerme más fuerte, me alejaré de la envidia, de la soberbia y de la mentira, viviré cada día como si fuera una nueva pequeña vida, porque al final siempre todo seguirá igual, el sol, la luna, el mar… y volverán tantos de esos días en que al llegar la noche se que podré dormir, y que en este momento callado del viaje me llevaré lo mismo que traje al nacer, un cuerpo en paz, y un corazón en guerra!.

Llueve en los altos picos de las montañas hacia donde me dirijo, ruedan las quebradas camino a su fin, se abrillantan las hojas, que placer poder sentirse un poco libre en este injusto mundo y poder ver que en los abismos de la espera, la belleza de una vida entera siempre te está esperando.

Que Bacano…

GAMBADA

ESTAMOS EN FIESTAS / WE PARTY

EL PLAN, ES QUE NO HAY PLAN.

SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.

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