Proyecto solidario contra la pobreza infantil

Ecuador /

DE VALLE EN VALLE

Que sensación tan extraña, esa de levantarme por la mañana y tener una pareja de jóvenes suizos durmiendo a mi lado, con ellos comparto mis noches, mis cielos, mis penas… también comparto el frio, el viento, la dureza de los días, y como no, los maravillosos paisajes llenos de valles, montañas, volcanes… estoy hablando del Ecuador.

Salí de casa de Santiago acompañado, con dirección hacia los pies del conocido Cotopaxi, también hacia la espectacular laguna de Quilotoa, o cómo no, la vuelta al majestuoso Chimborazo, por todos estos lares acompañados también de la dureza, el viento, el frio y viendo el dolor, esto hace y hará que mi vida continúe siendo una sonrisa.

GAMBADA

SONRISA / SMILE

Subiendo hacia Sitchos, el camino se esconde jugando detrás de numerosos valles, el camino es un empedrado difícil, y las inclinaciones de las kilométricas subidas aquí no se medirán en grados, lo haré en paciencia, un sentimiento que en estas condiciones nunca debes de perder, pero después de todo este traqueteo, llega el reposo de una durísima jornada, el frio hiela los huesos, aunque esta vez, una calentísima y excelente sopa de lentejas en casa de mamá Hilda, es capaz de despertar a los muertos, mientras,el sonido sordo de nuestros vacios estómagos habla sin palabras, y el cansancio grita alto y claro!, acepta la vida, la belleza, a las personas… continua haciendo de todo esto tus mejores razones de vivir.

De valle en valle. Seguimos subiendo y subiendo,con el frio y el viento hacia la Laguna de Quilotoa.”Cuenta la leyenda, que un campesino llevó su ganado a un hueco que se formó después de una explosión, allí enterró panela, vainilla y un quintal de sal, cuando volvió, se llevo una gran sorpresa al ver que el agujero estaba lleno de agua”. Una durísima jornada para llegar luchando contra el viento que más de una vez me tiró de la bicicleta, donde la arena y el barro me hicieron empujar hasta el punto de luchar contra mí mismo, pero al llegar exhausto a los 4000 metros, mis ojos llenos de tierra consiguieron ver esta maravilla de 3 kilómetros de diámetro, una profundidad de 240 ms y  un color turquesa inolvidable, era la bellísima Laguna de Quilotoa, unas lagrimas y una foto fueron la recompensa a tanta dureza.

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LAGUNA DE QUILOTOA / QUILOTOA´S LAGOON

Todos estos diarios embistes de la naturaleza, herían fuertemente a Halima, y fatigaban igual a su jinete, tanto, que al llegar a Ambato, los frenos y una de las ruedas dijeron basta!, su jinete también, un reposo sería necesario.

Ya con piezas nuevas para Halima, y una cama y comida decente para su jinete, partíamos de nuevo de valle en valle, hacia nuevos atardeceres, esos excepcionales colores con los que se viste a menudo la naturaleza.

Esta vez la dirección era hacia el volcán Chimborazo, un gigantesco capricho de 6.310 metros de altura, aún lejos de sus enormes pies, el viento me hacia besar el suelo de nuevo, el polvo me hacia llorar, pero esos encuentros en el camino, de todas esas gentes y niños que viven en el frio paramo, me hacían revivir las pocas fuerzas que a veces creía tener.

Y en cada uno de mis adentros en estos momentos tengo mil y una sensaciones, experimento tantas ilusiones al ver a esos niños con sus destrozadas manos, y sus caritas cortadas por el frio que tímidamente me transmiten constantemente todo aquello que muy a menudo olvidamos, la ternura, la dulzura, la alegría en fin, todo lo más simple en su pura esencia.

GAMBADA

PURA ESENCIA / PURE ESENCE

Qué bonito que es nuestro primer y tímido contacto, que bonito que me recordéis de nuevo que desde vuestras manos de niños también se hace el mundo, porque aunque estén vacias,están llenas de todo a la vez, lo están porque nada en vosotros es falso.

Que sensaciones tan extrañas que vivo en este país, escribiría y escribiría, pero sé que nunca sería capaz de descifrar tanta emoción, tanto dolor, tanta belleza… la misma belleza que viaja siempre allá donde vamos, porque en realidad esta solo existe, esperando a que abramos los ojos.

De valle en valle.

Tres bicicletas cargadas de ilusión, comparten frías noches, y la belleza de estos perfiles inexplicables, en nuestros descansos nos embriagamos con el cansancio, y nuestros suspiros dan brillo a esos ojos que ya no necesitan palabras.

Marie, Johann y yo, dos suizos lejos de sus limpios paisajes, lejos también de la vaca Milka y de sus insoportables relojes de “cou-cou”, con ellos comparto mi día a día, cada uno de nosotros aprende, yo continuo como siempre con mi manera de ser y ver la vida, y ellos creo que gozan tanto como pueden de la suya compartiéndola un poco conmigo, simple… y una bella amistad.

De valle en valle, hemos zambullido nuestros fatigados cuerpos en austeras aguas termales y calientes sopas que te hacen gritar de felicidad, yo he jugado como siempre con la naturalidad de las gentes de las montañas, con los niños que aunque con áspera piel me han tocado con dulzura, ignorando la hipocresía del mundo, el mismo que ahora se debe sentar delante de los televisores, los juegos olímpicos han empezado, y aunque estemos en guerra o en una profunda crisis tenemos que participar, no corremos, no nadamos, no… pero parece ser que todo el país gana las medallas. La verdad, No entiendo nada!

GAMBADA

NO ENTIENDO NADA / I DON´T UNDERSTAND ANYTHING

Miro delante de mí, y veo la inmensidad de un mundo que solo pertenece a aquellos que se atreven a ser quienes sienten que son, aunque seguro muchos de vosotros no estéis de acuerdo.

Qué más da?, yo continuaré viviendo una vida con sonrisas y alegrías, dejaré de creer en blanco y negro, intentaré que lo imposible pueda ser posible, entenderé que todo en la vida es un camino, que la soledad continua haciéndome reflexionar, y que en mi realidad nunca dejaré de ver el brillo de todos esos niños que ayudo y quiero ayudar.

Pero ya que estamos en tiempo de Juegos Olímpicos, me permitiré otorgar mis medallas, a esos que hoy son importantes para mí.

Medalla de Bronce para, mi amigo Toribio que desgraciadamente esta vez no podrá cumplir su sueño.

Medalla de Plata, para. Mi queridísimo Salva por su gran salto después de pisar sin querer una gran serpiente.

Medalla de oro, para. Antoñito, un niño de 8 años que corre a 3.800 ms cerca del Chimborazo, lo hace con unas botas de plástico y detrás de 18 cabras con una sola meta, la de llegar cada día a casa sin haber perdido ninguna.

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MEDALLA DE ORO / GOLD MEDAL

Y también me permitiré dar un premio especial, para esta pareja de suizos, Marie y Johann a los que hago de vela, por soportar mis consejos, mis bromas… sin sentirse diferentes de lo que son.

Le doy gracias de nuevo a la vida por ofrecerme la oportunidad de dejarme vivir lo que siento, de soñar sin perjudicar a nadie y de continuar motivándome para ayudar y saber que existo, mientras, por los caminos de la tarde, viajaré hasta vuestras noches.

De valle en valle, continuaré encontrando tanta belleza, tanto dolor, tanto…, que al final justificará todas las locuras que pueda cometer.

EL VIAJE MÁS LARGO SIEMPRE EMPIEZA CON EL PRIMER PASO.

SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.

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