DIGA 33
Ya me parece muy lejos desde que salí de casa de Shirley y Roberto en Galerazamba,ese pueblo que fue el origen de la bella y famosísima India Catalina, la misma que fue secuestrada a los 14 años para casarse con un sobrino de Pedro Heredia, y que acabó siendo la intermediaria entre los indígenas y los colonos, todo para acabar muriendo en su propia soledad en la ciudad de Sevilla, hoy ya solo queda la historia y una estatua en el abandonado pueblo de Galerazamba, aún así siempre fui bien recibido, al igual que lo fuí por Edu, en la estructurada y limpia ciudad de Barranquilla.
De allí me dirigí hasta Ciénaga, ese lugar donde la carretera divide el mar con la inmensa ciénaga, en medio este peculiar pueblo de pescadores, un pueblo que vive soportando los terribles hachazos del viento, y aunque llegué cansado y harto del insoportable viento me tuve que reír, Ciénaga estaba celebrando la famosísima fiesta de El Caimán, fiesta que nunca conseguí entender porque prácticamente todo el mundo estaba borracho y literalmente arrastrándose por el suelo, nunca mejor dicho parecían el mismísimo Caimán.
Después con viento claro!, llegue aquí a Santa Marta, donde estoy ahora y que dejaré para otra crónica el sin fin de emociones vividas y me concentraré en decir 33.
Diga 33.
Porque 33?, porque es un numero con 33 nombres, nombres de niños necesitados que junto a sus mamas viven en el barrio del “Oasis “, una burla de nombre porque de oasis no tiene nada, allí no hay agua, se bebe el polvo y se respira entre los escombros, aún así la esperanza se mide con sonrisas.

UNA DE LAS MEJORES CASAS / ONE OF THE BEST HOUSES
Os cuento:
Gracias a la señora Indira de la fundación “Infinity love for kids “y la Universidad Sergio Arboleda a manos de la directora de Obra Social, la señora Johana, pude compartir mis experiencias con los estudiantes de este centro, todo, solo por un sueño, conseguir alimentos para los niños, y así fue, de allí salieron unos centenares de kilos de comida que hoy esas familias necesitadas han hecho de nuevo que yo me sienta más humano, aún así no dejé de sentir esa extraña sensación de rabia de que siempre se puede hacer más, mucho más…
Me iré de aquí con el ceño fruncido, pero lo haré lleno de alegría, lleno de momentos vividos con ellos que nunca encontraré esas palabras que describan ese tesoro que guardaré dentro de mí, solo un numero, el 33.Todo dolor, todo caricias, todo gratitud, en fin, no importan los adjetivos porque todos ellos supieron plasmarme esas enormes ganas de salir de este “oasis” donde no hay agua, no hay palmeras, solo espejismos, salir de allí y volar para poder encontrar este camino que nunca encontrarán si nadie se acerca a ellos, si nadie los escucha, si nadie los toca…

ESCUCHARLOS / LISTEN TO THEM
Llegar allí sabiendo de antemano que lo debo de hacer sin pedir nada a cambio, sin esperar que sus bocas escupan gracias, solo ir allí porque así lo siento.
Solo después de todos los momentos pasados con ellos y con el sabor y la ternura de sus manos tocándome me siento orgulloso de saber cuántas enseñanzas me está regalando la vida, y más allá de la mitad de cualquier camino miro atrás y también sé que he aprendido a perdonar lo imperdonable, lo hago porque cuando estoy en este triste “oasis” mirar las estrellas ya no me parece tan maravilloso y la mismísima luna hace que vea un mundo oscuro.
Pero hoy antes de escribir todo esto sentí que hay cosas más fuertes e importantes que todo esto, son 33 lucecitas que pase lo que pase ya nunca más se apagarán en mi corazón.
Continuaré persiguiendo esos vagabundos que estoy seguro me harán descubrir largos caminos, aunque sé que tengo que ir retando esas horas desgarradoras de las despedidas, que difícil es para mí despertar y ver que ya no estáis, y que con el tiempo nunca sabré si el sueño se terminó, pero seré fuerte y sonreiré, porque en este largo camino el fracaso solo dura lo que tardas en ser capaz de olvidarlo.
Ayer salí hasta la playa, fui a mirar las estrellas, cuantas eran? Quise una opinión sincera y supe que se lo tenía que preguntar a un niño, en mi cara se quedó este breve gesto capaz de tener el efecto de perdurar toda una vida, una sonrisa.
Y con estos recuerdos, se que en toda mi vida los que me han hecho sentir más humano, saben que ni el tiempo que me resta de vida será suficiente para agradeceros el hecho de ser capaces de apoyar sinceramente vuestras cabezas en mis hombros.
Hoy ha sido un día especial para mí, gracias por compartirlo. Seguiré intentando descifrar de lo que soy capaz, no me esconderé en los refugios del miedo o del silencio, no lo haré, porque sé que estos nunca evitarán las tormentas.

MIRADAS / LOOKS
Sé que no es fácil, pero lucharé y lucharé mientras viva porque se dé seguro que si le doy la espalda a la esperanza ya habré perdido.
Hoy en la calle una señora mayor se acercó a mí con una gran sonrisa, me abrazó y me dijo: tú eres el de la bicicleta?, que Dios te bendiga mi hijo. La verdad es que no soy nada amigo de estos Dioses, pero sus palabras me hicieron feliz, y en mis adentros respondí, si señora, ese soy yo!, al momento recordé alegremente que soy como todo el mundo, nos gusta que nos den las gracias.
Gracias, las mismas que injustamente estos 33 renacuajos me daban, cuando en realidad tendría que ser yo, el de la bicicleta, el que debería agradecerles inmensamente el hecho de dejarme llegar hasta su dolor, y hacerlo con la mejor y más natural de sus sonrisas, y es así que tristemente intenté esconder una lagrima, os pareceré un sensiblero, pero que carajo!, si llorar es de cobardes prefiero serlo antes de ser un valiente que no tiene sentimientos. Dejaré caer 33 lágrimas, lo haré porque hoy este número me hace feliz, y lo haré convencido de que la verdad jamás daña, sobre todo aquella que se tiene que gritar alto y claro, ya lo decía el bueno de García Márquez,(El día que la mierda tenga algún valor, todos los pobres nacerán sin culo).
Gracias a todos los que me habéis ayudado a poder ayudaros un poquito, tantas emociones, en el barrio el “oasis” diga 33.

DIGA 33 / SAY 33
LA TRISTEZA ES LA UNICA EMOCIÓN QUE TE MUESTRA LO QUE REALMENTE TE IMPORTA.
SALUD Y BUEN CAMINO,NANDO.