ACTITUD AFRICANA
ACTITUD AFRICANA
Finalmente salí de Knysna y lo hice con la tristeza de dejar a gentes queridas. Salí con la duda de volver a la carretera en un país que no te pone las cosas fáciles, salí con el frio y un viento terrible que me acompañaría hasta Ciudad del Cabo, poniendo a prueba mi paciencia.
En mi lucha encontré ese viento en mi mente volaban momentos vividos entre esas gentes queridas, aún así atrás quedaban todos ellos, algunos lo harán para siempre, otros me encantaría volver estar a su lado, pero en mi mundo todo esta en constante movimiento, y a veces no es tan fácil tener a tu lado a todos aquellos que realmente te gustaría tener, esos lindos renacuajos que me regalaban sonrisas incluso con sus precarias vidas, esos que me roban el corazón en forma de amor…
Pero aun así robándole centímetros al viento, y apostando contra su dureza me fui alejando de lo conocido para volver a descubrir el día a día, a tocar la realidad con mis manos, entre viento, viento y mas viento pasaba maravillosos paisajes, campos llenos de colores formando un inmenso cuadro en la tierra, aunque para ser honesto creo que alguna vez me perdí algo por el hecho de bajar tanto la cabeza y evitar ese terrible viento.
Entre frustración, y desesperación solo quería avanzar, no quería ser el más intrépido aventurero, si no simplemente avanzar, y así llegué a Swellendam, un pequeño y triste pueblo pero que para mi siempre sera importante, Swellendam es aburrido y deprimente pero debo de hablar de este pueblo, porque en el me sentí grande, querido.
En Swellendam me alojé en casa de NITA, un inmenso corazón con piernas, y un poco de sangre griega en sus venas, ella no me conocía de nada pero después de hablar un poquito, no solo me hospedo gratuitamente, si no que hizo una aportación económica para que Gambada siga ayudando, y no solo eso, también me facilito poder salir volando de Sur África ya que mi visado acaba la semana que viene,dejo la bici en Ciudad del Cabo, y gracias a ella vuelo a Namibia unos días, para volver con un fresco visado, Nita no me conocía de nada, ha sido un gran soplo de aire fresco hacia Gambada, y a la vez me dio una oportunidad de gritar al mundo que todavía quedan muchísimas gentes generosas en este planeta, que se merecen todo el respeto y amistad que les podamos regalar, Gracias Nita de todo corazón por compartir tu inmensa buena voluntad conmigo.

¿Puede que eso sea libertad?
De ahí, me dirigí hacia el famoso Cabo Agulhas, la parte mas al sur del continente africano, y donde los dos océanos, el Índico y el Atlántico, juntan sus aguas, haciendo que sus costas hagan miedo hasta los intrépidos marineros, en el pueblo de pescadores oí maravillosas leyendas entre vientos y sonrisas, pero desde allí continué mirando hacia el oeste, Ciudad del Cabo, y el Cabo de Buena Esperanza.
Ciudad del Cabo, la más bella ciudad de África dicen. Para mi es una ciudad más llena de coches y orientada a un estilo de vida europeo, pero para mi también es un gozo porque tengo la suerte de alojarme en casa de George y su familia que conocí en la famosa carrera de bicis hace unas semanas, ellos me alimentan y me ofrecen una buena cama para que mi destrozado cuerpo descanse.
Desde el punto mas alto de la montana, miro hacia el norte, a mis pies puedo ver la isla donde Nelson Mandela perdida parte de su vida entre rejas, no olvido a los que quiero, a los que luchan en silencio para un mundo mas justo, y así continuare arrancando kilómetros a la tierra con todo el amor y esperanza que pueda ofrecer.
También debo agradecer a Josep Pascuet, mi primo para hacer que Gambada continúe vivo, y aunque este fuerte viento siempre viene en contra haciendo que parezca que el destino te esta gastando una broma pesada, yo continuo con una actitud africana, y vivo el hoy como si el mañana nunca tuviera que llegar.
Cansado pero felizf y puede que un viernes dibuje un corazón con mis dedos en tu espalda. Sueños.
SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.
A QUIENES ME PREGUNTAN LA RAZÓN DE MIS VIAJES, LES CONTESTO QUE SE BIEN DE LO QUE HUYO, PERO IGNORO LO QUE BUSCO