Proyecto solidario contra la pobreza infantil

Namibia /

WAYAKURUA: Bienvenido en herero

WAYAKURUA.

En Opuwo, este pequeño pueblo lleno de polvo , no lejos de Angola he pasado mis últimos días esperando que llegarán mis esperados recambios, mientras esperaba, he gozado de la hospitalidad de sus gentes , que a la vez me han hecho aprender un poquito sobre la cultura de las diferentes etnias, ellos ofrecen a este pueblo color, olor y diversión.

No lejos unas lindas montañas, no muy altas separan Angola de Namibia, y sus valles se dirigen hasta el majestuoso río Kunene, poseedor de dos lugares dignos de ver cuando las aguas no encuentran obstáculos después de las lluvias, son las cataratas de Epupa y Ruacana, estos bonitos y salvajes saltos de agua rugen con rabia cuando sus aguas buscan su mejor camino, lo hacen para llegar a la paz de las llanuras abasteciendo numerosas aldeas.

A la vez estas cataratas osan descaradamente ante los cientos de turistas que se acercan hasta ellas, simplemente para gozar de la inmensidad de la naturaleza.

No lejos de allí, en Opuwo y sus alrededores la vida pasa a un ritmo mas bien lento, es como si su motor solo tuviera dos velocidades, haciendo que este lugar sea un remanso de paz, no hay violencia, no hay mendigos, no hay tristeza en las caras, incluso en la de los mas necesitados.

GAMBADA

HACIENDO CALCETINES

En Opuwo se podría decir que todos tienen cabida y salida hacia una vida tradicional, una vida sencilla y simplemente maravillosa, y que si por alguna razón se requiere una gran excitación, dicho así, solo tienen que esperar a la gran cantidad de turistas que llegan en pequeños aviones hasta aquí, solo para ver como viven sus gentes o tribus.

Así es como los bellos Ovahimbas, Ovazembas, Ovatwa, Ovahakaona o porque no los mismísimos hereros, reciben al visitante, WAYAKURUA, todos son bienvenidos, no sin antes pasar por el arancel, o el precio a pagar para todos aquellos que quieren ver o pasar unas horas en una de sus aldeas, aprender sobre ellos, comprar algunos recuerdos y como no robar la intimidad con una de las mejores fotos que pasaran de mano en mano entre amigos a la vuelta del preciado viaje.

Por la tarde, cuando el sol ya se quiere dormir, y los aviones se alzan sobre Opuwo dejando una larga estela de polvo detrás, el pueblo se aletargara de nuevo, y todo volverá con sonrisas al ritmo africano, así sin más, dejando la vida pasar.

Y así para mi a tan solo dos días de cruzar el rio Kunene y a la vez poner las ruedas de Halima y mis esperanzas en tierras Angoleñas, veo desde la trinchera de mi soledad la vida que vivo al ritmo que la tradición marca y gozo con ansias de vivir sin importarme demasiado el porvenir, porque mi realidad es que estemos equivocados o no  aquí estamos.

WAYAKURUA, en Opuwo ya me vuelvo a sentir en África.

SALUD Y BUEN CAMINO, NANDO.

LA COSA MAS DIFÍCIL ES CONOCERNOS A NOSOTROS MISMOS, LO MÁS FÁCIL ES HABLAR MAL DE LOS OTROS.

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